La credibilidad y la imagen de Euskaltel se llevaron el año pasado dos golpes muy serios con los positivos de Astarloza y Landaluce. Miguel Madariaga e Igor González de Galdeano no quieren que vuelvan a repetirse episodios así, más en una temporada en la que está en juego la continuidad del patrocinador, y declaran la guerra al tramposo.
Los 24 corredores del equipo además de los análisis de la UCI pasaran los controles sorpresa (en carrera o en casa del propio equipo). Serán entre 4 o 6 por ciclista y de todo tipo (sangre, orina), los resultados no se harán públicos, pero sí que se les facilitará a los patrocinadores. El programa, copiado al que implantó Saxo Bank, costará 450.000 euros al equipo, cuyos corredores entre las analíticas de la UCI, los de otros estamentos, y los propios pasarán al menos 700 controles por temporada.
Pero Madariaga y Galdeano no quieren instaurar un estilo represivo basado en la desconfianza. Al revés, a cambio se le va a ayudar al ciclista con un análisis metabólico personalizado. A partir de una muestra de sangre se le realizará un estudio metabólico con el que se le ayudará a su recuperación y a optimizar su rendimiento. Estos estudios comenzaron a realizarse antes del pasado Tour de Francia. Las dos acciones del plan estarán coordinadas por un laboratorio de Zamudio y están siendo seguidas por el Gobierno Vasco.
Euskaltel, además, quiere potenciar su imagen pública, su cercanía hacia el aficionado y apuesta por la transparencia. Por eso ha potenciado su página web y su presencia en las redes sociales.
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