El diario New York Times revela que el día anterior al del positivo del español Alberto Contador en el Tour de Francia por clembuterol, en el control de dopaje que pasó la víspera de la jornada de descanso se detectó una sustancia plastificante en cantidad ocho veces superior a la permitida. Esta versión contradice a las informaciones que se manejan en el Consejo Superior de Deportes, donde están seguros de que el ciclista no recibirá castigo alguno ya que en el laboratorio de Colonia no han encontrado nada más de la ínfima cantidad de clembuterol. http://thecyclingsideoftheforce.blogspot.com/
El jefe del laboratorio homologado de Roma, Francesco Botré, asegura, sin embargo, según el periódico, que "si alguien presenta un nivel muy alto de plastificantes en la orina, tiene muy difícil explicar cómo pudo ocurrir si no es con el propósito de doparse". El producto aparecido en el control a Contador previo a aquel en que dio positivo se encuentra en bolsas de plasma sanguíneo y su presencia en el organismo de un deportista, asegura el periódico, "podría significar que ha utilizado una transfusión sanguínea para mejorar su rendimiento".
Con esta información, el New York Times, se suma a la teoría de la autotransfusión apuntada por el diario francés L'Equipe y la cadena de televisión alemana ARD cuando se anunció el positivo de Contador.
En el CSD insisten en que todo acabará pronto
No obstante, según el CSD, Alberto Contador no recibirá castigo alguno en el momento en el que termine la investigación abierta por la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Según información a la que ha tenido acceso El Confidencial, la UCI podría dar por cerrado el asunto antes del término de la presente semana. El caso ya estaba visto para sentencia, pero su filtración y el posterior debate abierto sobre el posible uso del campeón del Tour de alguna sustancia prohibida, caso desmentido por Contador, ha reabierto una puerta que ya estaba cerrada por la UCI, por mucho que le pese a su presidente Pat McQuaid. La suspensión de licencia no irá nunca más allá de los tres meses, tiempo máximo que marca los reglamentos para cerrar la investigación.
Los trasfondos políticos hacen referencia a la batalla planteada en su día por la FEC en el nombre de Gregorio Moreno en la lucha por el sillón presidencial de la UCI. La victoria del irlandés McQuaid en las elecciones fue incuestionable, pero nunca ha olvidado que un español se quiso interponer en su camino. Desde ese momento, siempre ha atacado al ciclismo español, en algunas ocasiones con razón, pero otras cegado por el odio a lo ibérico.
Desde la clase dirigente española se quieren diferenciar los tres casos aparecidos durante la pasada semana. El que apunta al Xacobeo no ha sorprendido a nadie. El equipo gallego fue revisado al milímetro antes del inicio de la Vuelta ante la sospecha que se cernía sobre ellos. Todos los controles dieron negativo y, por tanto, aptos para la disputa de la Vuelta. Los posteriores análisis en los días de los triunfos de etapa de David García y Ezequiel Mosquera demostraron que las sospechas estaban fundadas, salvo que el contranálisis solicitado diga lo contrario.
El asunto de Marga Fullana es distinto, ya que la mallorquina siempre ha mostrado un carácter complicado y nadie pone la mano en el fuego por ella. Aún así, se la considera un caso aislado. En el asunto de Contador, hay que decir que tras él hay una serie de enfrentamientos políticos que pueden haber sido los causantes de la filtración de su caso, cuando la UCI ya lo había poco menos que archivado o dejado sin sanción inmediata, tal y como hace siempre que detecta un caso de positivo.
Valverde, una víctima de McQuaid
Alejandro Valverde ha sido el gran perjudicado. McQuaid consiguió que el murciano, sin haber dado positivo en los cerca de 200 controles que le han realizado, haya sido sancionado con dos años sin poder competir. Aprovechando el asunto Contador, algunos piensan que él ha sido el encargado de filtrarlo a una televisión alemana, ha vuelto a golpear al deporte español al decir que: "España tiene un problema y la voluntad de su gobierno no parece ser erradicarlo", afirmó en Australia en la disputa de los campeonatos del mundo. Eso sí, esas palabras fueron negadas a los dirigentes del CSD, que se apresuraron en llamar al irlandés a Melbourne.
Albert Soler, director general del CSD, negó tal permisividad española ante el uso de sustancias prohibidas. "Sabe que esto no es cierto. Negó haber hecho esas declaraciones. Es cierto que han aparecido tres casos de positivo, pero sabe que no hay mano blanda, si no la AMA no habría reelegido a Jaime Lissavetzky en su ejecutiva. Hay tolerancia cero".
El siguiente capítulo de la trama política tiene como protagonista a la AMA y su falta de marco legal para castigar a ningún deportista. Su ámbito queda reducido a la posibilidad de acudir al Tribunal de Arbitraje y ha visto el cielo abierto con el caso Contador. Su director general, David Howman, ha declarado que: "Aunque se detecte una pequeña cantidad de cualquier producto, no quiere decir que no estés haciendo trampas. ¿Qué hacemos? ¿Ponemos un límite para que los tramposos sepan dónde está el límite?". Se habla de que la AMA pedirá dos años de sanción, pero hay que recordar que no tiene posibilidad de sancionar.