Hace pocos días Alberto Contador avisó que tuvo que recurrir a su bolsillo para pagar las ruedas del contrarreloj del último Tour, porque las mejores se las habían dado al gran Armstrong. Esas declaraciones del español -campeón en Francia- hicieron eco.
Tanto eco que llegó al terreno político. El gobierno de Kazajistán anunció que reforzará las arcas del equipo Astana con la módica suma de 22 millones de euros. Todo para darle garantías financieras al equipo de su país donde milita Alberto Contador.
No solo las declaraciones de Contador surtieron efecto para la llegada del dinero. La Unión Ciclista Internacional intervino e impuso garantías salariales por culpa de los retrasos en el pago de los salarios a los ciclistas por parte del Astana.
En tanto, Nikolai Proskurin, presidente de la Federación kazaja de ciclismo, avisó que el Samruk Kazyna -nuevo nombre del Astana- disponía de una nueva aportación del gobierno que se elevaba a la cifra de 22 millones de euros.
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